Por: Luis Manuel Rivera
Investigación de expertos que opinan sobre el futuro de este segmento a nivel mundial.

Pet Manager: el perfil emergente que lidera la hospitalidad pet-friendly
¿Qué pasa cuando los huéspedes de un hotel llegan en pareja… y uno de ellos tiene cuatro patas? En la nueva era de la hospitalidad pet-friendly, las mascotas dejaron de ser “acompañantes” para convertirse en huéspedes de pleno derecho. Esta transformación ha dado origen a una figura inédita en los hoteles modernos: el Pet Manager, o gestor de experiencias para huéspedes con mascotas. Su misión es garantizar que la estancia de nuestros amigos peludos sea tan memorable y cómoda como la de sus dueños. ¿Por qué surge este rol y qué implica? Acompáñanos a descubrir cómo el Pet Manager está revolucionando la industria hotelera con profesionalismo e innovación.
¿Qué es un Pet Manager y por qué surge esta figura?
Un Pet Manager es un profesional especializado en diseñar experiencias memorables para los huéspedes de cuatro patas, asegurando su comodidad, seguridad y bienestar sin comprometer la excelencia del servicio general. En pocas palabras, es el encargado de que perros y gatos reciban trato VIP durante su estancia en el hotel, coordinando servicios pensados no solo para los dueños, sino para las mascotas mismas. Esta posición surge en respuesta a varias tendencias convergentes :
Boom del turismo con mascotas en segmentos premium: Cada vez más viajeros (especialmente de alto nivel) eligen viajar con sus animales de compañía, esperando que los hoteles los reciban como un miembro más de la familia . Generaciones como los millennials y la Gen Z buscan compartir experiencias con sus mascotas, y los adultos mayores también encuentran en ellas una compañía indispensable . Demanda de servicios personalizados para animales: El huésped pet-friendly ya no se conforma con “aceptamos mascotas”; espera amenities y atenciones a la medida de su perro o gato (camitas especiales, menús gourmet, spas caninos, etc.). La experiencia emocional diferenciada que brinda atender bien a una mascota puede ser el factor sorpresa que enamore al cliente humano . Diferenciación en la experiencia hotelera: En un mercado competitivo, las cadenas buscan nuevos factores WOW. Incluir a las mascotas con servicios de lujo es una forma de destacar. Un Pet Manager ayuda a crear ese factor de diferenciación emocional, añadiendo valor a la propuesta del hotel .
En resumen, el Pet Manager nace porque el perfil del viajero está cambiando. Como señaló Elena Guerrero (directora de ventas de Hilton Bogotá), el nuevo consumidor “nos obliga a pasar de ser pet-tolerant a crear espacios y servicios realmente pet-friendly” . De hecho, “pet-friendly” fue el tercer filtro de búsqueda más usado en las reservas digitales de Hilton en 2021 – una señal clara de que quien viaja con mascota ahora decide su hotel en función de esta política. No es de extrañar que, según estudios de Booking, 57% de las personas con mascotas prefieren viajar con ellas, y 46% eligen destino según si pueden llevarlas . Los hoteles visionarios están respondiendo a esta expectativa, pasando de simplemente admitir animales a diseñar toda una experiencia pet-friendly de alto nivel. Ahí es donde el Pet Manager se vuelve imprescindible.
Tendencias de viajes con mascotas: del mundo a Latinoamérica
El auge de los viajeros con mascotas es un fenómeno global y en rápido crecimiento. Viajar con tu perro o gato ya no es excentricidad, sino tendencia dominante. Algunos indicadores recientes lo confirman:
Explosión de viajes pet-friendly: Plataformas como Airbnb reportan un aumento cercano al 50% en las noches reservadas con mascotas en los últimos años . Actualmente, uno de cada tres alojamientos en Airbnb ya acepta animales , una proporción que sube constantemente.
Países como México, Brasil o Colombia figuran entre los mercados con mayor oferta pet-friendly (alrededor de 27–44% de espacios disponibles) . Latinoamérica a la cabeza: Nuestra región muestra especial entusiasmo por esta tendencia. Por ejemplo,
Argentina lideró en 2024 el crecimiento de destinos pet-friendly con más de 80% de aumento interanual en búsquedas de viajes con mascotas, muy por encima del promedio global (~40%) . También países como Brasil, México, Chile y Puerto Rico destacan en la mayor proporción de viajes realizados con mascotas en relación al total de viajes .
Nuevos hábitos generacionales: Detrás de estos números hay un cambio cultural. Las generaciones jóvenes han retrasado la paternidad y en cambio adoptan “perrhijos” y “gathijos” que los acompañan a todas partes. Consideran a sus mascotas parte del núcleo familiar (el 89% de los españoles las ve así, según encuestas ) y quieren compartir vacaciones con ellas. En España, incluso 7 de cada 10 millennials y centennials viajarían siempre con sus mascotas si el alojamiento lo permite .
La industria hotelera vive un relevo generacional: huéspedes jóvenes buscan personalización, bienestar e inclusión – incluyendo a sus mascotas – y una nueva generación de profesionales responde a ese llamado. La pandemia también reforzó estos lazos: tras meses de encierro con sus animales, muchas personas ya no conciben dejarlos atrás al salir de viaje.
Así, vemos más aerolíneas adaptando políticas, más destinos creando parques o playas pet-friendly, y más hoteles que incorporan servicios especiales (desde menús orgánicos hasta spas caninos) para atender esta demanda . Viajar con mascotas ha pasado de ser un nicho a ser corriente principal del turismo.
Para los hoteles de Latinoamérica, esta es una gran oportunidad. En países con alto índice de mascotas por hogar (por ejemplo, 60% de las familias en Colombia conviven con al menos un animal ), volverse pet-friendly puede atraer a un segmento en crecimiento. Plataformas de viaje y redes sociales también han popularizado el concepto: basta buscar hashtags tipo #PetFriendly o #ViajaConTuMascota para ver miles de publicaciones de viajeros felices mostrando a sus perros en hoteles y destinos. Esto genera un efecto aspiracional y viral – quien es amante de su mascota quiere esa experiencia también.
Funciones y responsabilidades principales del Pet Manager
Si integrar a las mascotas en la experiencia hotelera es un arte, el Pet Manager es el director de orquesta que lo hace posible día a día. Sus responsabilidades abarcan una amplia gama de tareas, combinando la atención al cliente tradicional con conocimientos de bienestar animal . Entre las funciones principales de un Pet Manager destacan:
Creación de amenidades y bienvenida especial: Diseña kits de bienvenida para las mascotas que llegan, incluyendo snacks, juguetes, cama o manta personalizada, platos, bolsas higiénicas y otros amenities pet-friendly .
La idea es que desde el primer minuto, el huésped de cuatro patas sienta la cálida acogida del hotel. Servicios culinarios personalizados: Coordina menús especiales para mascotas, trabajando con el chef o proveedores de alimento gourmet para ofrecer opciones saludables y atractivas para perros y gatos . (¡Adiós a la simple croqueta! Hablamos de galletitas artesanales, “champagne” para perros – agua con caldo –, helados pet-friendly, etc.). Diseño de espacios y actividades: Colabora en la creación de zonas seguras de juego, descanso y hasta spa para mascotas dentro del hotel .
Puede proponer áreas cercadas en el jardín, piscina canina, o una sala “lounge” donde los dueños puedan trabajar mientras sus mascotas socializan. También organiza actividades que integren a mascotas y dueños: caminatas guiadas, yoga con perros, sesiones de fotos, etc.
Coordinación de cuidados y servicios: Gestiona servicios externos o internos como grooming (estética canina), paseos diarios, guardería o pet-sitting si el dueño debe ausentarse . El Pet Manager hace las veces de concierge para mascotas, recomendando veterinarios de urgencia, tiendas de mascotas locales, e incluso ayudando a contratar un pet taxi o cuidado extra cuando el cliente lo solicita. Supervisión de higiene y seguridad pet-friendly: Asegura que todas las áreas designadas para animales cumplan estándares de limpieza, salubridad y seguridad .
Por ejemplo, coordina con housekeeping una limpieza especial de habitaciones con mascota (para eliminar pelos u olores), coloca señalizadores como colgantes de puerta que alerten “Mascota en la habitación” para el personal de limpieza , dispone de tapetes especiales para proteger alfombras , estaciones con bolsas para desechos en las áreas verdes, etc.
Nada se deja al azar cuando se trata de evitar accidentes o incomodidades. Cumplimiento de normas y protocolos: El Pet Manager también vela por que se respeten las políticas del hotel respecto a las mascotas.
Esto implica informar al huésped de las reglas (por ejemplo, si su perro debe ir con correa en áreas comunes, si puede quedarse solo en la habitación y bajo qué condiciones, horarios para usar ciertas instalaciones, etc.) y gestionar documentación necesaria.
En algunos casos se pide al dueño firmar una responsiva, presentar cartilla de vacunación o incluso comprobar seguro de responsabilidad civil para su mascota . Todo este proceso suele pasar por las manos del Pet Manager, quien actúa de enlace entre el cliente pet-friendly y la administración del hotel.
El éxito en la hospitalidad es un trabajo en equipo donde cada miembro crea una experiencia única desde el primer minuto. Un buen Pet Manager entiende que su trabajo involucra a múltiples departamentos. Por eso, coordina con recepción el proceso de check-in de la mascota (muchos hoteles entregan al llegar un formulario o carta de exención de responsabilidad), con limpieza la programación de aseo profundo post check-out, con seguridad la capacitación del personal ante incidentes con animales, e incluso con alimentos y bebidas la elaboración de los menús pet-friendly. Es un rol transversal: requiere trabajar codo a codo con casi todas las áreas del hotel para integrar la experiencia de la mascota sin afectar la operación general. De esta forma, el Pet Manager logra que la presencia de un perrito o gatito sea un valor agregado y no un problema logístico.
Habilidades esenciales para un Pet Manager exitoso
Para desempeñar estas funciones especializadas, el perfil de Pet Manager combina talento en servicio al cliente con un genuino amor por los animales. ¿Qué habilidades y conocimientos son claves en esta nueva profesión?
Conocimientos en comportamiento y bienestar animal: Si bien no es un veterinario, un Pet Manager debe entender lo básico sobre comunicación y salud de mascotas. Saber interpretar el lenguaje corporal de un perro (¿está estresado, asustado, feliz?), conocer las necesidades de distintas razas, y estar al tanto de principios de bienestar animal le permitirá tomar mejores decisiones.
Por ejemplo, cómo manejar un gato nervioso en un entorno extraño, o qué hacer si un perro muestra ansiedad por separación. También es útil conocer primeros auxilios para mascotas y tener una red de veterinarios para consultas. Empatía y excelente trato al cliente (humano y animal): Debe disfrutar interactuar tanto con personas como con peludos. La empatía es vital para atender a dueños muy exigentes con sus “bebés” de cuatro patas , entender sus preocupaciones y garantizarles tranquilidad. Paciencia, amabilidad y mano suave son parte del carácter ideal, especialmente cuando deba mediar en situaciones (por ejemplo, un huésped molesto por el ladrido de un perro ajeno). Creatividad para diseñar experiencias únicas: Como arquitecto de la experiencia pet-friendly, el Pet Manager necesita creatividad e ingenio. Desde idear un amenity kit novedoso, hasta montar un evento “Especial Día del Perro” en el hotel, desarrollar nuevas actividades o sorpresas constantemente mantendrá la propuesta fresca y viral. Los hoteles buscan que se hable de esas experiencias en redes sociales y recomendaciones, así que el gestor de mascotas debe pensar out of the box.
Capacidad de coordinación interdepartamental: No trabaja solo, sino que articula esfuerzos de muchas áreas. Por ello, habilidades de liderazgo, organización y comunicación interna son imprescindibles . Debe saber explicar al personal por qué es importante, por ejemplo, seguir cierto protocolo de limpieza en habitaciones con animales, o cómo reaccionar educadamente si ven una mascota en un área no permitida. También negociará con proveedores externos (servicios veterinarios, grooming a domicilio, etc.), así que la gestión de alianzas y logística está en su día a día. Conocimiento de normativas y seguridad: Debe estar actualizado en regulaciones locales referentes a animales en establecimientos públicos. Por ejemplo, entender las leyes de salud pública (¿se permite que un perro esté en la cafetería del hotel o solo en terraza? ¿Qué dice la ley sobre animales de asistencia?), requisitos de transporte de mascotas si el hotel ofrece traslado, seguros, etc. Además, aplica protocolos de seguridad para evitar riesgos: desde cómo manejar un posible ataque de un perro a otro huésped, hasta planes de evacuación incluyendo mascotas en caso de emergencia.
En esencia, el Pet Manager es un multitalento: parte concierge, parte experto en mascotas, parte relaciones públicas y siempre un apasionado anfitrión. Hoteles que han incorporado esta figura suelen buscar personas con formación en hotelería/turismo y experiencia en cuidado animal, o bien capacitan a miembros de su staff que tengan esta vocación especial. No es raro ver a jefes de recepción o concierge convertirse en Pet Managers tras recibir entrenamiento, por ejemplo, en comportamiento animal.
Buenas prácticas: hoteles a la vanguardia pet-friendly
Varios hoteles y cadenas prestigiosas han abierto camino integrando experiencias pet-friendly de forma ejemplar – muchas veces con personal dedicado exclusivamente a ello . Estos son algunos casos destacados que inspiran la labor del Pet Manager:
Virgin Hotels: La cadena de Sir Richard Branson se enorgullece de su política pet-friendly sin límites. En todas sus propiedades, no hay cargo extra ni restricción de tamaño o raza – desde chihuahuas hasta gran daneses, todos son bienvenidos . Las habitaciones incluyen camita especial, platos, golosinas y hasta un pañuelo de cortesía para el perro, de modo que la mascota se sienta tan consentida como su dueño. Virgin entiende que para muchos huéspedes sus pets are people too (las mascotas son “personas” también) y lo refleja en cada detalle. Loews Hotels: Pioneros en el segmento de lujo pet-friendly con su programa “Loews Loves Pets”. Ofrecen servicios de lujo para animales, desde menú de servicio a la habitación para mascotas (platos gourmet aprobados por veterinarios) hasta masajes caninos y dog-sitting personalizado.
En algunos Loews emblemáticos han llegado a contratar un Chief Pet Officer (¡generalmente un perrito “gerente” mascota de la casa!) o un equipo de Pet Concierge que organiza desde cumpleaños de mascotas hasta paseos VIP. Esta dedicación les ha ganado fama mundial entre viajeros con animales. Kimpton Hotels:
Esta cadena boutique (ahora parte de IHG) tiene quizás la política más inclusiva: “Si tu mascota puede entrar por la puerta, es bienvenida”. Admiten cualquier tipo de mascota, sin límite de número ni tarifas extra, algo casi único en la industria.
Muchos Kimpton cuentan con un Director of Pet Relations – típicamente un perrito residente en el hotel – que “recibe” a los huéspedes de cuatro patas y sirve de embajador. Además, proveen camas, premios y disponen de convenios con negocios locales (paseadores, guarderías) por si el cliente lo requiere. La filosofía Kimpton ha inspirado a muchas marcas a subir la vara de la hospitalidad pet-friendly. Grupo Posadas (México):
La principal cadena hotelera mexicana (Live Aqua, Grand Fiesta Americana, Fiesta Inn, etc.) implementó recientemente su programa “Dog Friendly Hotels & Resorts”, con políticas unificadas en todas sus propiedades. Al llegar, cada perrito recibe un kit de bienvenida con camita, tapete y platos para comida/agua . Se cobra un suplemento por noche que incluye limpieza profunda al check-out . Solo se admiten perros de hasta 20 kg (máx. uno por habitación, o dos pequeños cuyo peso combinado no exceda 20 kg) .
Además, establecieron reglas claras: las mascotas deben ir con correa en las áreas permitidas, no pueden ingresar a zonas prohibidas (p. ej. piscinas, restaurantes cerrados) y el dueño es responsable de cualquier daño o incidente que cause su animal . Esta estandarización normativa da confianza tanto al huésped como al hotel, y muestra cómo una empresa grande adapta su operación para ser pet-friendly de forma segura.
Estas buenas prácticas ilustran la importancia de la figura del Pet Manager incluso cuando no se llame formalmente así. En Virgin, Loews o Kimpton, suele haber personal encargado de gestionar toda la experiencia pet-friendly y atender personalmente a los huéspedes peludos . Son, en esencia, Pet Managers trabajando bajo otros títulos. Lo mismo en hoteles boutique que se han ganado reputación pet-friendly: siempre hay alguien liderando el esfuerzo (un gerente entusiasta de las mascotas, un concierge especializado, etc.). Esto confirma que, más que una moda pasajera, la atención a mascotas en hoteles se está institucionalizando. Los hoteles que conquistan el corazón de una mascota, fidelizan a toda la familia – y muchas marcas ya lo han entendido.
Beneficios de contar con un Pet Manager en la operación hotelera
Incorporar un Pet Manager (y, por ende, robustecer la oferta pet-friendly) no solo es un gesto de amor animal; también es una movida estratégica de negocio. Estos son algunos beneficios clave que un programa bien gestionado de hospitalidad pet-friendly aporta a un hotel:
Diferenciación competitiva: Ser de los pocos hoteles que ofrecen un servicio sobresaliente a mascotas te hace destacar frente a la competencia que aún no adopta esta tendencia .
En un mercado saturado de ofertas similares, la etiqueta “pet-friendly premium” puede inclinar la balanza de la elección a tu favor. Especialmente en destinos turísticos muy competidos, atraer al nicho de viajeros con mascotas te posiciona en un blue ocean (segmento menos explotado por otros).
Fidelización y aumento de la lealtad: Los huéspedes aman cuando aman a sus mascotas. Si su perro es feliz en tu hotel, ellos serán clientes repetitivos casi garantizados . Más aún, tenderán a recomendar tu propiedad a sus amigos “pet parents”.
Esta fidelización familiar es poderosa: quien encuentra un hotel donde su mascota es bien tratada, difícilmente se arriesgará a probar otro la próxima vez. En términos de valor de vida del cliente, eso se traduce en más estadías futuras y mejores reseñas. Ingresos adicionales:
Un buen programa pet-friendly puede convertirse en fuente de ingresos complementarios. Muchos hoteles aplican cargos extra por noche por mascota (entre 15 y 50 USD típicamente), lo cual suma a la cuenta final. Pero más allá de eso, se pueden vender servicios y productos: desde paseos pagados, sesiones de grooming, canguros por horas, hasta merchandising (juguetes con el logo del hotel, suéteres, camas) y menús especiales con costo . Estos ancillary revenues mejoran el RevPAR de forma significativa cuando hay alta ocupación de huéspedes con mascota. Un estudio halló que en EE. UU. el promedio de suplemento pet-friendly es de ~$25 por noche , y algunos hoteles boutique han creado paquetes “Spa para tu Mascota” o “Cena Gourmet Pet” incrementando ingresos sin afectar la experiencia del huésped humano. Marketing positivo y visibilidad de marca:
Los viajeros con mascotas suelen ser muy activos en redes sociales compartiendo fotos de su perro/humano disfrutando vacaciones. Un hotel que brinde experiencias memorables en este sentido gana publicidad orgánica valiosísima . Imágenes de un cachorro recibiendo su cupcake de bienvenida en la habitación, o un gato asomado en la ventana con vistas paradisíacas, generan alto engagement online. Además, posicionarse como pet-friendly proyecta una imagen de marca moderna, inclusiva y cálida, valores muy apreciados hoy.
Es una PR win-win: atraes a un público objetivo y caes bien al público general amante de los animales. Mayor ocupación y nuevos segmentos: Al abrir las puertas a las mascotas, abres la puerta a nuevos segmentos de mercado. Familias que antes viajaban poco por no dejar a su perro ahora planifican más escapadas. Parejas jóvenes con “fur babies” te eligen sobre hoteles que no aceptan animales. Incluso en ciertos eventos (bodas destino donde los novios quieren llevar a su perrito, viajeros ejecutivos de larga estancia con mascota), captas reservas adicionales.
Estudios indican que ofrecer un entorno pet-friendly puede aumentar la tasa de ocupación al atraer a este segmento creciente de viajeros con animales . En pocas palabras: más huéspedes potenciales. Mejor experiencia integral (cuando se hace bien): Aunque parezca paradójico, tener un Pet Manager y políticas claras puede mejorar la estadía para todos, incluso quienes no viajan con mascota. ¿Por qué? Porque se minimizan conflictos (se asignan habitaciones pet-friendly en pisos específicos, se asegura limpieza impecable, se educa a los dueños sobre normas), evitando molestias como ruidos o alergias a otros huéspedes.
El resultado es un ambiente armonioso donde conviven ambos tipos de clientes. Un hotel que maneja con excelencia su programa de mascotas demuestra un nivel organizacional alto, lo cual habla bien de su servicio en general y genera confianza.
Desde luego, cada hotel deberá analizar costos vs beneficios. Adaptar instalaciones (habitaciones a prueba de “accidentes”, áreas verdes, etc.) y contar con personal especializado implica inversión. Pero la evidencia sugiere que el retorno puede ser tangible en ingresos, reputación y lealtad. Al final del día, incorporar un Pet Manager y abrazar la filosofía pet-friendly de calidad es una apuesta por ofrecer una experiencia más completa y emocionalmente conectada con los huéspedes.
Desafíos para hoteles pet-friendly: logística, normas y cultura
No todo es sencillo al volverse pet-friendly; los hoteles enfrentan desafíos particulares que deben gestionarse con precaución y planificación (de ahí la importancia de un Pet Manager experto). Entre los principales retos podemos destacar:
Logística operacional: Incluir animales en un hotel agrega capas logísticas. La limpieza de habitaciones requiere más tiempo y productos especiales (para eliminar pelos, olores); a veces hay que tener habitaciones designadas exclusivamente para huéspedes con mascota. Se deben habilitar áreas de paseo o “baño” (areneros, zonas de jardín) para que las mascotas hagan sus necesidades – y mantenerlas limpias constantemente. El ruido puede ser un problema: un perro que ladra en la noche puede molestar a otros clientes, por lo que el personal debe estar entrenado para manejar esas situaciones (ofrecer cambiar de habitación, por ejemplo).
También hay riesgos de daños materiales: muebles arañados, accidentes en alfombras; muchos hoteles implementan depósitos de garantía o cargos de limpieza para cubrir esto . En síntesis, operar un hotel pet-friendly es más complejo, y hay que afinar procesos internos para que la experiencia sea grata para todos. Regulaciones y normativas:
Dependiendo del país o ciudad, puede haber leyes específicas. Un ejemplo reciente es España, donde una nueva Ley de Protección Animal exige que los hoteles declaren explícitamente si admiten mascotas o no, exhibiéndolo incluso con un distintivo en la entrada . Si deciden ser pet-friendly, deben definir claramente qué tipos de animales aceptan, peso máximo, condiciones de estancia, tarifas extra, etc. . Además, la ley obliga a permitir perros de asistencia siempre, y sugiere pedir seguro de responsabilidad civil a los dueños en ciertos casos . Todo este marco regulatorio requiere al hotel estar al día y adaptar sus políticas comerciales y procedimientos antes de los plazos legales. En otros lugares, puede haber normativas sanitarias (por ejemplo, prohibido el acceso de animales a áreas de restaurantes o piscinas por higiene) que se deben respetar estrictamente.

El Pet Manager debe conocer este entorno legal para asegurar que el hotel cumple las reglas y evita sanciones o incidentes. Cultura y percepción de los huéspedes: A pesar del auge pet-friendly, no todos los clientes están encantados de ver mascotas en el hotel. Hay quien teme a los perros, quien tiene alergias a los gatos, o simplemente quien busca tranquilidad absoluta y puede molestarle un ladrido eventual. Los hoteles deben lidiar con este delicado equilibrio. Hace falta una labor de comunicación y educación: señalizar cuáles son las zonas libres de mascotas, tener plantas o pisos reservados para alérgicos (sin animales), y responder con empatía si surge una queja. En culturas o generaciones donde las mascotas no eran antes admitidas en entornos de lujo, puede haber resistencia inicial incluso del propio staff. Por eso, es vital fomentar una cultura interna donde todos los empleados entiendan el por qué de la política pet-friendly y se comprometan con ella.

Un desafío cultural adicional en algunos destinos es la sobrepoblación o abandono de animales en las calles; un hotel pet-friendly puede aprovechar para educar sobre tenencia responsable o apoyar refugios locales, mostrando que su iniciativa va alineada con bienestar animal en general. Seguridad y bienestar para todos: Garantizar la seguridad es fundamental. Un hotel debe anticipar posibles situaciones de riesgo: peleas entre mascotas huéspedes, animales asustados que pueden morder, niños interactuando con mascotas ajenas, etc. Establecer normas claras (por ejemplo: las mascotas siempre con correa excepto en dog park, no dejar al perro solo en la habitación por largos periodos, usar transportín para gatos en áreas comunes) ayuda a prevenir incidentes . Aun así, el personal debe estar preparado para reaccionar si algo ocurre.
Algunos hoteles entrenan a su equipo en manejo canino básico o tienen acuerdos con adiestradores para casos necesarios. Adicionalmente, se deben considerar aspectos de bienestar: evitar que la mascota pase calor o frío extremo, que tenga acceso a agua, y que no se quede en espacios pequeños por demasiado tiempo.

La presencia del Pet Manager es clave aquí, vigilando y mediando para que el ambiente sea seguro y agradable. Como dijo un experto de la industria: “Ser pet-friendly va más allá de permitir mascotas; es hacerse responsable de ellas durante la estadía” – y eso implica esfuerzo y planificación.
Por suerte, muchas de estas dificultades tienen solución con las medidas adecuadas. Tecnologías recientes también ayudan (apps para registrar mascotas, sensores en habitaciones para detectar ruido, etc.). Y la experiencia va enseñando mejores prácticas: por ejemplo, hoteles que ofrecen dog sitting gratuito durante el desayuno para que las mascotas no ingresen al comedor, o que instalan filtros de aire especiales en cuartos pet-friendly para eliminar alérgenos. En conclusión, los desafíos existen, pero se pueden superar con políticas inteligentes, inversión y personal capacitado – precisamente el terreno donde un Pet Manager bien preparado marca la diferencia.
Oportunidades laborales y especialización: una nueva carrera en hospitalidad
La emergencia del Pet Manager abre un nuevo nicho profesional en la industria turística. Para quienes aman los hoteles y los animales, es prácticamente el trabajo soñado: combinar pasión por el servicio al cliente con cariño por las mascotas. Y la demanda de este perfil va en aumento. Cada vez más hoteles – especialmente de lujo, boutique y resort – buscan diferenciarse contratando talento especializado en experiencias pet-friendly. Esto presenta varias oportunidades:
Especialización diferenciadora: En un campo tan competido como la hotelería, contar con conocimiento en pet hospitality puede ser un punto extra en tu CV. Existen ya cursos, workshops e incluso escuelas (como HS Hospitality School) que destacan al Pet Experience Manager como parte de la “hospitalidad del mañana” .
Estas capacitaciones suelen abarcar manejo de mascotas, diseño de experiencias y marketing para segmento pet-friendly. Un profesional de hotelería que invierta en formarse en este ámbito podría posicionarse para roles novedosos en cadenas que lancen programas pet-friendly. Creciente oferta de empleo: Aunque el título “Pet Manager” aún no abunda en portales de empleo, empiezan a verse posiciones afines: Pet Concierge, Coordinador de Servicios Pet-Friendly, Gerente de Experiencia Canina, etc. Hoteles independientes que se proclaman pet-friendly a menudo asignan a alguien estas tareas (aunque sea a tiempo parcial).
Es probable que en el corto plazo las grandes cadenas institucionalicen el puesto en propiedades clave. Por ejemplo, si un resort ve que 15% de sus huéspedes llegan con perro, justificarán tener un gerente dedicado a ese segmento.
En mercados como Estados Unidos o Europa, algunos hoteles ya incluyen en sus organigramas la figura del Pet Relations Manager. Latinoamérica sigue, con destinos turísticos relevantes adaptándose a la tendencia. Emprendimientos y consultorías especializadas: Más allá de trabajar directamente en un hotel, surge la oportunidad de emprender en servicios ligados a la hotelería pet-friendly. Empresas proveedoras de amenidades para mascotas (como PetGuest, que vende kits de bienvenida personalizables ), consultores que asesoran a hoteles para obtener certificaciones pet-friendly, plataformas de reservas especializadas en alojamientos con mascota (un “Booking para pet lovers”), y otros nichos conexos están despegando. Un profesional con experiencia tanto en hospitalidad como en bienestar animal podría ofrecer sus servicios como consultor para que hoteles desarrollen sus programas pet-friendly, estableciendo estándares y entrenando al personal. Vocación y satisfacción personal: Trabajar como Pet Manager no solo ofrece perspectivas laborales, sino también una gran satisfacción diaria. Imagínate recibir cada semana a nuevos huéspedes peludos moviendo la cola al verte porque saben que tú eres su amigo en el hotel. Crear momentos felices – como ver a un niño disfrutando con su perrito en la piscina canina que organizaste, o ayudar a un ejecutivo agradecido porque cuidaste de su gato mientras él estaba en reunión – brinda un sentido de propósito especial.
Quienes ocupan estos roles a menudo destacan lo gratificante que es mejorar la estancia tanto del animalito como de su dueño, y cómo se fomenta un ambiente más humano y cálido en el hotel gracias a su gestión.
En síntesis, la especialización en experiencias pet-friendly puede ser un camino profesional prometedor. Al confluir con tendencias de mayor conciencia por el bienestar animal y demanda de personalización en el turismo, es muy probable que veamos crecer la profesionalización de este ámbito. Para perfiles de hospitality que también sean pet-lovers, el momento es ideal para prepararse y subirse a esta ola. Las empresas hoteleras necesitarán líderes así en sus equipos – y aquellos que se anticipen podrán construir carreras únicas, siendo los pioneros de un campo en pleno desarrollo.
En palabras de un experto, “dar un servicio excelente es como interpretar una sinfonía: cada departamento es un instrumento, cada colaborador un músico. Solo cuando todos tocan en armonía, el huésped escucha música.” Integrar a las mascotas en esta sinfonía de la hospitalidad es el nuevo desafío que tenemos ante nosotros. El Pet Manager aparece como el director que afina esa nueva sección de instrumentos (los servicios pet-friendly) para que todo suene en conjunto, sin disonancias, elevando la melodía de la experiencia hotelera.
La tendencia pet-friendly no es una moda pasajera, es un cambio de paradigma. Los huéspedes del presente y futuro esperan que sus seres queridos de cuatro patas sean recibidos con los brazos abiertos – y los hoteles que lo hagan de forma brillante se ganarán un lugar privilegiado en el corazón (y la preferencia) de esos clientes. Es momento de preguntarse: ¿Está tu hotel listo para esta revolución?
A los líderes del sector les decimos: atrevanse a dar el siguiente paso. Inviertan en desarrollar ofertas pet-friendly auténticas, formen o contraten a ese Pet Manager apasionado que lidere la iniciativa, ajusten las políticas y comunicaciones para integrar a las mascotas como huéspedes de honor. Los resultados hablarán por sí mismos en diferenciación de marca, nuevas fuentes de ingreso y fidelidad de una clientela en crecimiento.
En un mundo donde las mascotas son familia, la hospitalidad debe evolucionar a la par. El Pet Manager es la figura llamada a encabezar esa evolución dentro de sus hoteles. Adoptar esta visión es abrazar un servicio más personalizado, emocional y completo. La invitación está hecha: innovemos hoy para que, mañana, en cada recepción hotelera suene la alegre melodía de un huésped removiendo la cola. ¡Los líderes que aúnen esfuerzos en esta dirección estarán a la vanguardia de la industria, marcando tendencia y, por qué no, creando un impacto positivo en la vida de las personas y sus fieles compañeros animales!
¿Listos para ser verdaderamente pet-friendly? La pelota (o mejor dicho, la pelota de tenis mordida) está en su cancha. Es hora de liderar con el ejemplo y hacer de la hospitalidad un espacio donde todos los miembros de la familia – humanos y peludos – reciban la excelencia y calidez que merecen. 🐾💼
Luis Manuel Rivera – Conferencista y consultor de negocios para la hospitalidad.
Resumen de fuentes consultadas
📊 Tendencias de viajes con mascotas
Booking.com, Airbnb y Hilton Hotels: Reportes sobre el crecimiento de viajes pet-friendly, filtros de búsqueda más utilizados y demanda en aumento. Estudios de mercado en América Latina (Argentina, México, Colombia, Brasil): Informes sobre el porcentaje de viajeros que viajan con mascotas y su influencia en la decisión de compra. Redes sociales y hashtags como #PetFriendly, que reflejan el auge cultural y la viralidad del tema.
🏨 Casos de hoteles y buenas prácticas
Kimpton Hotels, Loews Hotels, Virgin Hotels, Grupo Posadas (México): Ejemplos reales de políticas, servicios y experiencias pet-friendly exitosas. Programas como “Dog Friendly Hotels & Resorts” de Posadas, y “Loews Loves Pets”.
👤 Perfil profesional del Pet Manager
HS Hospitality School y otras plataformas de formación: Información sobre el surgimiento del rol de “Pet Experience Manager” y su integración en la hotelería moderna. Entrevistas y artículos de expertos en experiencia del huésped y bienestar animal.
⚖️ Aspectos normativos
Legislación en España y México sobre hospedaje con mascotas, leyes de protección animal y regulaciones sanitarias. Protocolos de responsabilidad, seguros, y condiciones legales para admitir animales en establecimientos turísticos.
💡 Datos de comportamiento y marketing
Deloitte y Great Place to Work: Encuestas generacionales sobre preferencias de consumidores (incluidas las relacionadas con mascotas). Estudios sobre ingresos complementarios, fidelización, y retorno de inversión en hoteles que adoptan políticas pet-friendly.
Mi propia experiencia con mascotas.