Por : Luis Manuel Rivera

Sabemos bien que la hospitalidad (hoteles y restantes principalmente) es un sector muy vulnerable. Esto es una reflexión y consejo pea tomar las mendidas necesarias para minimizar su efecto.

“El ilícito se da cuando el motivo coincide con la oportunidad”, quienes son expertos buscan sitios donde no hay orden, controles y mucho menos supervisión.

Tomar lo que no es tuyo es inaceptable. Pero culpar sin actuar también lo es.
Si hay robo en tu hotel, no solo mires a quien lo cometió…
Mira el sistema que lo permitió, la cultura que lo toleró y el liderazgo que lo ignoró.

Robo de insumos, alimentos, efectivo o tiempo. No importa la forma: cuando un colaborador roba, no es solo una pérdida financiera… es una fractura de confianza.

Pero antes de señalar al colaborador vale la pena preguntarnos:

🔍 ¿Qué lo llevó a hacerlo?
🔍 ¿Qué señales ignoramos?
🔍 ¿Qué cultura organizacional lo permitió?

🚨 ¿Por qué roba un colaborador?

1. Falta de supervisión y controles débiles
   Donde hay huecos en los procesos, hay oportunidades. La ausencia de auditorías, cámaras, bitácoras firmadas y segregación de funciones abre la puerta al descontrol.
2. Sueldo insuficiente y falta de reconocimiento.

Un colaborador mal pagado, cansado y sin proyección siente que “nadie lo ve” y que el hotel “no pierde nada” si se lleva algo. No es una excusa, pero es un síntoma.

3. Cultura de permisividad o complicidad
   Si un jefe encubre, minimiza o incluso participa, el mensaje es claro: “aquí no pasa nada”. La impunidad es el mejor incentivo para repetir el delito. NO EXISTE UN CÓDIGO DE ÉTICA que lea y firme eñ colaborador. (Medida de prevención)
4. Ausencia de ética organizacional
   Cuando los valores no se viven, solo se repiten como frases vacías en el manual. Sin ética activa, solo queda la conveniencia personal.

🧩 ¿Qué estamos haciendo al respecto?

🔐 1. Profesionalización de controles internos
Desde ingresos en caja hasta stock de minibar, los hoteles más sólidos han fortalecido sus auditorías, digitalización, KPI’s y protocolos antifraude.

👥 2. Selección y liderazgo con enfoque ético
La ética no es un valor automático. Se forma, se entrena y se exige. Los jefes deben ser ejemplo y filtro.

🧠 3. Escucha activa y bienestar laboral
No se trata solo de aumentar sueldos. Se trata de crear una cultura de dignidad, reconocimiento, justicia y canales para hablar sin miedo.

📚 4. Capacitación y consecuencias claras
Muchos robos ocurren porque “nunca me dijeron que no se podía”. Las reglas claras y las consecuencias aplicadas de forma pareja marcan la diferencia.