la verdadera inclusión en la hospitalidad, que va más allá de las ganancias y apunta a la esencia del servicio.

“La verdadera inclusión es el corazón de una hospitalidad auténtica”.

Crear una empresa inclusiva no es solo implementar políticas; es integrar valores en cada gesto: en la cultura, el diseño, el trato diario y hasta en los detalles accesibles.

La verdadera esencia de la hospitalidad reside en una conexión humana genuina que se ve reflejada en la forma en que te sientes cuando te reciben.

La verdadera inclusión.

Por: Luis Manuel Rivera

La hospitalidad inclusiva se basa en acoger y valorar a todas las personas—independientemente de su religión, raza, género, orientación sexual, capacidades físicas o nivel socioeconómico—no solo tolerándolas, sino celebrando su diversidad y ajustando servicios para atender sus preferencias individuales.

El objetivo es que tanto el equipo como los huéspedes se sientan considerados, escuchados y respetados.

Más allá del beneficio económico: la esencia auténtica.

Responsabilidad moral y conexión humana: Inspirado por palabras como las de Conrad Hilton (“llenar la tierra con luz y calor”), la inclusión no es “solo una buena idea”; es un imperativo social y emocional.

Cultura auténtica en vez de estrategia vacía: No se trata de campañas decorativas, sino de prácticas arraigadas en cada interacción y detalle del servicio  .

Prácticas clave para implementar la inclusión en hospitalidad.

Equipo interno (colaboradores)

Crear entornos físicos y emocionales donde se comparta experiencias de vida y tradiciones (comidas, celebraciones culturales, etc.)  . Capacitación constante en diversidad e inclusión, lenguaje neutro, escucha activa, empatía y respeto  .

Experiencia al huésped:

Usar un lenguaje neutral y personalizar la atención: evitar suposiciones sobre preferencias de género, cama o comodidad.

Servicios como información en braille, opciones accesibles para personas con discapacidad, espacios de oración y zonas tranquilas.

Colaborar con influencers de diversas comunidades para transmitir autenticidad y compromiso social  .

Espacios e imagen:

Diseños interiores y materiales de marketing que reflejen diversidad cultural: arte de creadoras locales, señalización accesible, mapas inclusivos, etc.

Espacios físicos que contemplen ajustes para personas con limitaciones sensoriales o movilidad reducida.

Beneficios auténticos que trascienden lo económico.

Mayor innovación y resolución de problemas gracias a equipos diversos con voces inclusivas  . Mayor compromiso y retención de personal al sentir empatía y pertenencia real.

Lealtad de huéspedes que buscan experiencias auténticas, personalizadas y sensibles a sus realidades.

Mejora de reputación pública y visibilidad: un solo gesto cariñoso puede volverse viral, como ocurrió con el restaurante Luciano en Londres, que escribió “feliz cumpleaños” en braille para una huésped ciega, generando millones de vistas.

¿Por qué esto va más allá de las ganancias?

Inclusión como propósito, no como estrategia superficial.

Cultivo de comunidad auténtica desde el personal hasta los huéspedes. Atención a las personas en su complejidad, no como recursos o números. Hospitalidad con alma: humanizar la marca a través de pequeñas acciones con impacto emocional.

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