Por: Luis Manuel Rivera.

Elaborar un presupuesto no es simplemente proyectar ingresos y gastos.
Detrás de cada cifra existe una estrategia que conecta la visión del hotel con su operación diaria.
Por ello, la planeación estratégica se convierte en la columna vertebral del proceso presupuestal: sin rumbo definido, los números carecen de sentido.
¿Por qué es clave la planeación estratégica?
Define la dirección del negocio
El presupuesto debe reflejar los objetivos del hotel: posicionamiento, segmentación de mercado, metas de ocupación y crecimiento esperado.
Alinea todas las áreas
Un presupuesto exitoso integra a habitaciones, alimentos y bebidas, banquetes, spa, mantenimiento, ventas y capital humano en una misma visión financiera.
Optimiza recursos
Permite diferenciar claramente entre CAPEX (inversiones estratégicas de largo plazo) y OPEX (gastos operativos del día a día), para garantizar sostenibilidad.
Mide el desempeño real Con indicadores como GOP, EBITDA,
RevPAR y flujo de caja, se evalúa si la estrategia planteada se traduce en rentabilidad.
Anticipa riesgos y oportunidades La planeación estratégica incorpora escenarios (optimista, realista y pesimista), permitiendo que el presupuesto sea flexible y adaptativo ante cambios en el mercado.
Elementos que fortalecen el presupuesto
Análisis del producto y servicio: conocer a fondo la propuesta de valor del hotel, su diferenciador frente a la competencia y los ajustes necesarios para mantenerse atractivo.
FODA: identificar fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas para tomar decisiones informadas.
Planes de crecimiento: establecer metas claras para expansión, remodelaciones o apertura de nuevos segmentos.
Aspectos fiscales: integrar el impacto de impuestos locales (ej. impuesto al hospedaje) y regulaciones que inciden en la rentabilidad.
Entorno del negocio: evaluar la situación económica, turística y social de la región para proyectar con realismo.
Nuevas oportunidades: detectar nichos emergentes como turismo de bienestar, experiencias pet-friendly, turismo médico o de reuniones.

Un ejemplo en la práctica
Un hotel que busca atraer al segmento corporativo no puede limitarse a presupuestar ingresos de habitaciones. Su estrategia debe contemplar:
Renovación de salas de juntas (CAPEX). Incremento en campañas de marketing digital dirigidas a empresas (OPEX). Ajuste de tarifas negociadas.
Entrenamiento al personal en protocolos de servicio corporativo. Evaluar incentivos fiscales y programas gubernamentales de apoyo.
El presupuesto será sólido solo si responde a esa estrategia integral.
El presupuesto no es un ejercicio contable, sino un instrumento estratégico que conecta la visión de la dirección con la ejecución de cada departamento.
La planeación estratégica es la brújula que convierte números en decisiones inteligentes y asegura que cada inversión, gasto y proyección esté orientado a un mismo objetivo: la rentabilidad con propósito.
👉 Luis Manuel Rivera
CEO en PowerPeople
Consultor y conferencista en Finanzas de la Hospitalidad
