Por: Luis Manuel Rivera
Una reflexión para colaboradores en la hospitalidad
En la hospitalidad, como en la vida diaria, cada gesto cuenta. La sonrisa al recibir a un huésped, la cortesía al servir una mesa, la paciencia al resolver un reclamo… todas estas acciones tienen un origen: el pensamiento.

Aristóteles nos recuerda que lo que pensamos determina lo que hacemos.
Un colaborador que se convence de que su trabajo es valioso, servirá con orgullo. Quien se prepara mentalmente para ver en cada huésped una oportunidad de crear una experiencia memorable, actuará con excelencia.
Por el contrario, si dejamos que el pensamiento negativo domine —“el cliente es difícil”, “esto no vale la pena”—, nuestras acciones reflejarán desinterés, afectando no solo al servicio, sino también la rentabilidad del hotel o restaurante.
👉 Reflexión para el capital humano de la hospitalidad:
Si piensas con gratitud, servirás con generosidad. Si piensas en excelencia, actuarás con profesionalismo. Si piensas en equipo, trabajarás con armonía. Si piensas en grande, aportarás a la rentabilidad y crecimiento del negocio.
En la hospitalidad, la clave no está solo en lo que hacemos, sino en lo que pensamos antes de hacerlo.
Por eso, cultivar una mentalidad positiva, empática y enfocada en la grandeza del servicio es la semilla que transforma a cada colaborador en un verdadero protagonista del éxito.
✨ Recuerda: “Tus pensamientos son el guion invisible de las acciones que ven los demás.”
— Luis Manuel Rivera – PowerPeople
Imagina que despiertas por la mañana imaginado que todo estará bien en tu día y que estará llena de sorpresas positivas. Eso condicionará tu estado de ánimo.

