Por: Luis Manuel Rivera – Autor del libro: administración financiera en alimentos y bebidas. Editorial Porrúa. México.

El análisis de precios de la competencia es una brújula, no un mapa fijo. Sirve para orientar tus decisiones, pero la clave está en diferenciarte y comunicar tu valor.
Conocer los precios de tu competencia no es solo una táctica, es una estrategia para mantener la rentabilidad y diferenciar tu propuesta de valor. Aquí te compro algunas recomendaciones clave que comúnmente recomiendo en mis consultas para restaurantes:
1️⃣ Define quién es tu competencia real
No todos los restaurantes de la zona son tu referencia. Identifica aquellos que comparten tipo de cocina, segmento de cliente, nivel de servicio y ubicación.
2️⃣ Crea una tabla comparativa
Registra los platos estrella, bebidas y promociones de la competencia, junto con sus precios y porciones. Esto te dará una visión clara de cómo estás posicionado en el mercado.
3️⃣ Analiza más allá del precio
No todo es costo. Observa tamaño de las porciones, calidad de insumos, presentación y experiencia del cliente. A veces un precio más alto se justifica por el valor percibido.
4️⃣ Revisa canales digitales
Explora menús online, apps de delivery y redes sociales para conocer precios actualizados, combos, descuentos y estrategias de fidelización.
5️⃣ Considera la elasticidad del cliente
Pregúntate: ¿qué tan sensibles son mis clientes a los cambios de precio? En ciertos segmentos (ej. comida rápida) unos pesos pueden hacer la diferencia; en otros (fine dining), importa más la experiencia.
6️⃣ Identifica huecos de mercado
Tal vez encuentres platos sin cubrir en el rango medio o premium, o productos que la competencia no ofrece y que podrían ser tu ventaja competitiva.
7️⃣ Ajusta con inteligencia
No se trata de ser el más barato, sino de dar una propuesta de valor superior: calidad, rapidez, innovación, ambiente, servicio. El precio debe reflejar lo que tu restaurante ofrece.
También puedes analizar el precio promedio ofrecido, sumando los precios de todos tus productos y dividiendo el número de dichos productos. Por otro lado, se divide el total de ingresos entre productos vendidos. Si el precio promedio ofrecido es de 100 y el precio promedio pagado es de 80, significa que el cliente no esta pagando el precio que ofreces por lo que deberás analizar si es conveniente reestructurar precios que estén al alcance del cliente y de forma inversa, si pecio promedio ofrecido es 100 y el precio promedio pagado es 120, tu cliente está dispuesto a pagar por arriba de lo que ofreces. Este análisis es muy interesante para reflexionar internamente sin salir a ver la competencia.
— Luis Manuel Rivera – PowerPeople
