El Futuro de los Hoteles All Inclusive en México (2025-2030)

Investigación: Luis Manuel Rivera

Crecimiento y Rentabilidad Proyectados (2025-2030)

Los resorts all inclusive en México apuntan a un crecimiento sólido en los próximos años, respaldados por indicadores positivos de turismo y fuertes inversiones hoteleras.

Para 2025, se estima que el turismo contribuirá con más de 15% del PIB nacional , con el ocio representando ~95% del gasto turístico – una señal del papel central que juegan los viajes vacacionales en la demanda de resorts.

Cadenas nacionales e internacionales están expandiendo su oferta todo incluido: por ejemplo, Grupo Posadas sumará más de 1,100 habitaciones all inclusive en destinos de playa este año, impulsado por “altos niveles de ocupación, tarifas competitivas y un creciente interés de viajeros nacionales e internacionales” . Sus hoteles de playa promediaron 76% de ocupación y un +16% en ingresos por habitación el último año , reflejando la rentabilidad del modelo.

Esta bonanza ha motivado un auge de inversiones. Según CBRE, los resorts son el tipo de propiedad más atractivo para invertir en México, dada la alta demanda tanto en destinos consolidados como emergentes .

Destinos líderes como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos tienen más de 5,000 cuartos en construcción para incorporarse entre 2025 y 2027 . Además, marcas globales tradicionalmente de “sólo alojamiento” (EP) han entrado de lleno al segmento todo incluido mediante fusiones, alianzas y nuevas marcas, optimistas por su desempeño superior.

Un análisis de JLL destaca que los nuevos resorts all inclusive tienden al segmento lujo y upper-upscale, dejando atrás la imagen de opción económica de masas.

De hecho, los resorts con todo incluido suelen superar en ocupación a sus contrapartes tradicionales, y han recuperado demanda más rápidamente tras la pandemia, gracias al apetito por vacaciones sin estrés.

Expedia reporta que la demanda de paquetes todo incluido en sus plataformas creció 70% desde 2019 , con México y el Caribe como destinos favoritos de estos viajeros.

Todo lo anterior apunta a un modelo all inclusive en plena expansión, con alta previsibilidad financiera para los inversionistas (ingresos integrales y flujo adicional por servicios como spa ) y un mercado de capital confiado en su rentabilidad a largo plazo.

Cambios en el Perfil del Turista All Inclusive

El turista que elige all inclusive está evolucionando, tanto en el ámbito internacional como nacional.

Tradicionalmente asociado a viajeros que buscaban viajes económicos “de volumen”, el perfil se ha diversificado hacia segmentos más exigentes y de mayor poder adquisitivo.

Un cambio generacional importante es que las generaciones jóvenes ahora muestran alto interés por este modelo: 2 de cada 5 viajeros Gen Z (42%) prefieren resorts todo incluido y un tercio afirma que su percepción del concepto ha mejorado.

Los millennials y Gen Z valoran la simplicidad y ausencia de estrés (reservar con todo resuelto) pero sin renunciar a la calidad . De hecho, plataformas como Expedia revelan que la proporción de reservas de paquetes all inclusive en hoteles de 5 estrellas creció 125% desde 2019, especialmente impulsada por viajeros estadounidenses (+110%) y europeos (+65%).

Esto indica que ahora el cliente all inclusive busca lujo accesible: gastronomía gourmet, coctelería premium, experiencias auténticas y servicio altamente personalizado.

En otras palabras, el turista contemporáneo ya no quiere “sólo buffet y barra libre”, sino vivencias de alta gama dentro del formato todo incluido.

En cuanto al turista nacional, su presencia en estos resorts es cada vez más relevante.

Más del 70% de los mexicanos que planean vacaciones prefieren hospedarse en hoteles, y cuando se trata de resorts de playa optan por el modelo todo incluido en destinos como Puerto Vallarta, Cancún o Los Cabos .

Un estudio de 2024 reveló que los mexicanos incluso ven más económico un paquete completo en un 4★/5★ all inclusive que rentar alojamiento y pagar gastos por separado.

Durante temporadas altas nacionales (Verano, Semana Santa), muchos resorts reportan ocupaciones mayoritariamente de mercado local, superando el 80% de reservas por la anticipada preferencia doméstica.

Aún así, los viajeros internacionales –principalmente de EE.UU. y Canadá, seguidos de mercados en crecimiento como Sudamérica– continúan siendo vitales para destinos all inclusive.

Estudios post-pandemia sugieren que incluso profesionales remotos están influyendo en el perfil: 65% de viajeros con trabajo remoto planeaban hacer una “workation” (vacacionar trabajando) en 2022, eligiendo resorts todo incluido como opción ideal .

Esto implica estancias más largas y demanda de comodidades como buen WiFi y espacios tranquilos, algo que algunos resorts ya consideran.

En resumen, el turista all inclusive de los próximos años abarca desde familias y jubilados tradicionales, hasta jóvenes profesionales que buscan comodidad sin sacrificar la calidad, todos con expectativas más altas en cuanto a experiencias, tecnología y atención personalizada.

Sostenibilidad Ambiental y Posibles Regulaciones

En el horizonte 2025-2030, existe una fuerte expectativa de que los hoteles all inclusive operen bajo prácticas sostenibles y se adapten a nuevas regulaciones en materia ambiental y de mercado.

El propio gobierno mexicano, a través del Programa Sectorial de Turismo 2025-2030 (PROSECTUR), ha fijado como prioridad “promover la sostenibilidad en destinos y productos turísticos”, fomentando el uso responsable de recursos,

la conservación ambiental y prácticas sustentables en todo tipo de turismo . Esto se traduce en esfuerzos por modernizar la normativa turística –por ejemplo, la eventual actualización de la Ley General de Turismo– e incorporar criterios de sustentabilidad y calidad en las operaciones hoteleras.

Muchos resorts en México ya siguen estándares internacionales “verdes” (certificaciones como Rainforest Alliance, Green Globe, EarthCheck, etc.) y programas sectoriales como los Hotel Sustainability Basics del WTTC, que establecen 12 acciones base de sostenibilidad para hoteles . Adoptar estas medidas no solo responde a un viajero cada vez más consciente (más del 75% de viajeros globales dicen querer viajar de forma más sostenible) sino que prepara a los hoteles ante futuras normativas obligatorias de reporte ambiental y eficiencia . Por ejemplo, la Norma Mexicana “Hoteles Verdes” (NMX-AA-171-SCFI) ofrece lineamientos de desempeño ambiental para alojamientos, y aunque es voluntaria, podría convertirse en referente para programas de certificación y eventualmente incentivos o requisitos gubernamentales.

En paralelo, las autoridades y las cadenas hoteleras están atendiendo desafíos específicos de sostenibilidad en los destinos de sol y playa. Un aspecto crítico es la gestión ambiental en zonas costeras: problemas como el uso de agua, manejo de residuos, erosión de playas o protección de arrecifes han llevado a iniciativas locales de regulación.

Por ejemplo, en Quintana Roo se han reforzado las evaluaciones de impacto ambiental para nuevos desarrollos turísticos, y proyectos federales como el Tren Maya incluyen planes de ordenamiento para evitar la sobrecarga en sitios frágiles. Asimismo, la resiliencia climática es ya parte integral de la planeación hotelera en el Caribe mexicano: la región, propensa a huracanes, exige a los complejos diseñar infraestructura robusta y protocolos operativos que garanticen la seguridad de huéspedes y colaboradores . Inversionistas y operadores reconocen que cumplir con estos estándares de construcción resiliente y sostenibilidad no solo mitiga riesgos, sino que mejora la reputación del resort a largo plazo . En cuanto a regulaciones de mercado, un tema relevante es la equiparación de condiciones con las plataformas de renta vacacional.

El sector hotelero ha insistido en regular servicios como Airbnb para asegurar competencia leal y responsabilidad con las comunidades. De hecho,

Ciudad de México aprobó en 2024 la primera regulación integral de alojamientos de plataforma, creando un registro obligatorio y limitando la operación informal. Hay más de 27 mil “departamentos turísticos” operando en la CDMX y su falta de controles los había mantenido en un “estado salvaje” fuera del marco legal . Ahora, con nuevas disposiciones locales (por ejemplo, límites a noches de renta, impuestos y requisitos de seguridad), se busca proteger a los residentes y brindar garantías a los huéspedes. Es previsible que otros destinos en México (Puebla, Veracruz, QRoo) también implementen regulaciones similares para las rentas vacacionales . En suma, en los próximos años los all inclusive en México operarán bajo un escrutinio mayor en temas ambientales y sociales, con autoridades y clientes demandando responsabilidad ecológica, integración comunitaria y transparencia. Aquellos hoteles que lideren en sustentabilidad –energía solar, eliminación de plásticos, apoyo a economías locales– no solo cumplirán con las normas emergentes, sino que ganarán una ventaja competitiva en la preferencia de un turista más informado.

Competencia con Boutique, Estancias Prolongadas y Airbnb

El panorama competitivo de la hospitalidad se diversifica, y los all inclusive en México deberán diferenciarse frente a formatos alternativos como hoteles boutique, estancias prolongadas (extended stay) o plataformas tipo Airbnb.

Cada opción apela a necesidades distintas del viajero, por lo que el modelo todo incluido está ajustando su propuesta de valor para seguir siendo atractivo.

Hoteles boutique: Estos alojamientos más pequeños y con estilo local ofrecen experiencias personalizadas y auténticas, a menudo en ubicaciones céntricas o enclaves de encanto.

Han ganado popularidad entre viajeros que buscan inmersión cultural y atención al detalle que a veces las grandes cadenas all inclusive no brindaban.

Sin embargo, los resorts todo incluido están respondiendo incorporando toques boutique dentro de sus propiedades –desde diseño y arte local, hasta menús de autor– para añadir singularidad.

Por ejemplo, ejecutivos de Hyatt señalan que la integración cultural y colaborar con proveedores locales ahora es clave para la autenticidad y atractivo de sus nuevos desarrollos all-inclusive  . Así, el viajero puede tener lo “mejor de ambos mundos”: la comodidad y amenidades amplias de un resort, con el sabor local y exclusividad típicos de un boutique. Aun con estas mejoras, los boutique seguirán compitiendo mediante su servicio altamente personalizado y ambientes íntimos, obligando a los grandes resorts a elevar sus estándares de hospitalidad y calidez. **Estancias prolongadas (hoteles de extended stay): La tendencia del “workation” y los nómadas digitales ha impulsado la demanda de alojamientos equipados para largas estancias, con kitchenettes, áreas de trabajo y tarifas semanales o mensuales.

Estos suelen enfocarse en viajeros de negocios o temporales, principalmente en ciudades, pero también comienzan a verse en destinos de playa para quienes combinan trabajo remoto y ocio. Los all inclusive tradicionalmente se orientaban a estancias cortas (3-7 noches), por lo que enfrentan el reto de retener a viajeros por periodos más largos.

Algunas cadenas han lanzado ofertas especiales para estancias extendidas en resorts, incluyendo descuentos por semana adicional, espacios de coworking, y horarios flexibles de comida para acomodar rutinas laborales. De acuerdo con Deloitte, la flexibilidad laboral ha llevado a más personas a combinar trabajo y vacaciones, alterando los patrones tradicionales de viaje . Si bien un resort todo incluido difícilmente igualará la practicidad de un apartotel con cocina para una estadía de un mes, puede atraer a este segmento ofreciendo conectividad garantizada, servicios de lavandería, y actividades recreativas para el tiempo libre del huésped de larga estadía. No será el core de su mercado, pero representa un nicho complementario en crecimiento. Rentas vacacionales (Airbnb y similares): Quizá el competidor más disruptivo en años recientes ha sido la proliferación de departamentos y casas en renta por plataformas. Su propuesta de “vivir como local” y, en muchos casos, precios competitivos para grupos o estancias largas, las hace atractivas para cierto público. Sin embargo, en México la preferencia general sigue inclinada hacia los hoteles. Según un estudio de Kayak, en viajes nacionales solo 10.8% de usuarios buscó rentas vacacionales, frente a 74.3% que buscó hotelería tradicional . Aun así, ese 10% representa millones de viajeros, y en destinos urbanos la cuota de Airbnb ha crecido notablemente.

Los all inclusive enfrentan a Airbnb enfatizando sus ventajas innatas: servicios integrados, seguridad, amenidades y cero preocupaciones logísticas.

Para muchas familias, un paquete todo incluido les da certeza de gastos y entretenimiento que una casa alquilada no garantiza. Por su parte, las asociaciones hoteleras han logrado avances para equilibrar la cancha: como se mencionó, ciudades como CDMX ya exigen registro y cumplención de normas a anfitriones de Airbnb, eliminando parte de la ventaja de operar al margen. Los hoteleros argumentan que regular es cuidar lo que ya tenemos y proteger tanto a turistas como a comunidades locales.

En destinos de playa, las rentas de condominios particulares también compiten con los resorts en segmentos de lujo (villas, residencias). En respuesta, varias cadenas all inclusive han incorporado secciones de “residencias” o villas dentro de sus complejos, combinando la privacidad de una casa con los servicios del hotel. En definitiva, Airbnb seguirá representando una alternativa para quienes privilegian espacio, flexibilidad o inmersión barrial, pero su alcance en el segmento de vacaciones playeras de México podría acotarse conforme se implementen reglas que garanticen estándares de calidad y aportación fiscal similar a la hotelería establecida.

Conclusión: El modelo all inclusive en México se encamina a un futuro dinámico y competitivo. Entre 2025 y 2030 veremos resorts más innovadores, sostenibles y orientados al cliente que nunca: incorporando alta gastronomía, wellness, tecnología y personalización para satisfacer a un viajero más diverso y exigente. Aunque enfrenta competencia de formatos emergentes, el todo incluido tiene la ventaja de la comodidad integral, y está sabiendo evolucionar para no quedarse atrás.

Las proyecciones apuntan a que seguirá siendo un pilar del turismo mexicano – rentando miles de cuartos nuevos, generando empleos y atrayendo divisas – siempre y cuando mantenga el paso con las tendencias globales y las expectativas sociales.

En palabras de la WTTC, “México está bien posicionado para liderar el futuro del turismo en las Américas” , y los hoteles all inclusive serán protagonistas clave de esa historia de éxito, combinando la hospitalidad tradicional con la innovación continua para ofrecer experiencias inolvidables de manera responsable.

Fuentes:

WTTC (Consejo Mundial de Viajes y Turismo) – Nota de prensa crecimiento México 2025   CBRE México – MarketView Hotelería y Turismo 1S 2025  

Milenio – Inversiones de Grupo Posadas en all inclusive (2025)   Hosteltur – Análisis Expedia sobre auge del todo incluido (2024)   Contralínea – Estudios sobre preferencias de viajeros mexicanos (Kayak 2023, Despegar 2024)   Deloitte – Travel Industry Outlook 2025 (tendencias de personalización y trabajo remoto)   Sectur (Secretaría de Turismo) – PROSECTUR 2025-2030, objetivos de sostenibilidad Forbes México – Declaraciones AHCM sobre regulación de Airbnb (2025)   Infobae – Reportaje sobre lujo y evolución del all inclusive (2025)   Otros: JLL Hotels & Hospitality (tendencias resorts AI Américas) , Wyndham Hotels/OnePoll (encuesta preferencias AI)  , TAFER Resorts (programas wellness 2025)  .

Deja un comentario