Por: Luis Manuel Rivera – CEO en PowerPeople
El modelo todo incluido —pilar del turismo mexicano durante más de tres décadas— vive una transformación profunda. Lo que antes se asociaba con abundancia y bajo costo, hoy representa una experiencia integral de lujo, bienestar y conexión local. Entre 2025 y 2030, los resorts all inclusive seguirán siendo protagonistas del turismo nacional, pero con un enfoque renovado: más personalizado, sustentable y rentable.
1. Crecimiento sostenido y atractivo para inversionistas
El turismo sigue siendo uno de los motores económicos de México: aporta más del 15 % del PIB nacional y mantiene una ocupación promedio superior al 75 % en los principales destinos de playa. Cadenas como Grupo Posadas, Hyatt, Hilton y Marriott están expandiendo su oferta all inclusive, con más de 5,000 habitaciones en construcción entre 2025 y 2027.
Los inversionistas apuestan por este modelo porque garantiza flujo de caja estable, previsibilidad en ingresos y alta rentabilidad por servicios complementarios (spa, eventos, gastronomía). De hecho, estudios de JLL y CBRE confirman que los resorts all inclusive son el tipo de activo más atractivo del sector hotelero mexicano.
2. El nuevo huésped: joven, digital y exigente
El perfil del turista todo incluido cambió radicalmente.
Millennials y Gen Z representan el segmento de mayor crecimiento: buscan comodidad, pero también autenticidad y propósito. 42 % de los viajeros Gen Z prefiere resorts all inclusive, y 125 % más reservas se registran en hoteles cinco estrellas frente a 2019 (Expedia 2024). Los viajeros nacionales también se consolidan como un pilar: más del 70 % elige hoteles de este tipo para vacaciones familiares, valorando la seguridad y el control de gastos.
El huésped de 2026 no busca “todo lo que se pueda comer”, sino todo lo que le haga sentir: gastronomía local, espacios naturales, bienestar emocional y experiencias personalizadas.
3. Sostenibilidad y regulación: la nueva frontera
El gobierno mexicano, a través del PROSECTUR 2025-2030, impulsa una agenda turística basada en sostenibilidad, eficiencia energética y responsabilidad social. Los all inclusive deberán adaptarse a nuevas normas ambientales (uso de agua, residuos, energía solar, eliminación de plásticos) y a la “Norma Hoteles Verdes” como estándar nacional.
A la par, las regulaciones para Airbnb y rentas vacacionales avanzan en ciudades como Ciudad de México y Quintana Roo, equilibrando la competencia y protegiendo a las comunidades locales. Esto fortalece al sector hotelero formal, que genera empleos, paga impuestos y cumple protocolos de seguridad.
La sostenibilidad dejará de ser un valor agregado: será una exigencia operativa y de mercado. Los hoteles que midan y comuniquen sus resultados ambientales —como litros de agua por habitación o reducción de CO₂— obtendrán una ventaja clara en reputación y preferencia del cliente.
4. Competencia y evolución del modelo
El todo incluido enfrenta rivales diversos:
Hoteles boutique que ofrecen diseño y autenticidad. Apartahoteles y estancias prolongadas orientadas al trabajo remoto. Airbnb, que sigue creciendo, pero ahora bajo regulaciones más estrictas.
Frente a ellos, los resorts responden con segmentación inteligente: experiencias culinarias de autor, villas privadas, espacios de coworking, y programas wellness que combinan yoga, spa, gastronomía saludable y conexión con la naturaleza.
En los próximos años veremos resorts híbridos: combinaciones de lujo discreto, cultura local y tecnología sin fricción. La IA permitirá personalizar itinerarios, prever preferencias y optimizar el servicio sin perder el toque humano que distingue a la hospitalidad mexicana.
5. Conclusión: del exceso a la experiencia
México está llamado a seguir liderando el turismo en América Latina. El modelo all inclusive no desaparecerá: evolucionará. Pasará del exceso al equilibrio; de la abundancia al significado.
La próxima generación de resorts todo incluido será más eficiente, verde, rentable y humana, centrada en experiencias memorables que combinen descanso, cultura, bienestar y tecnología.
El futuro del turismo mexicano no se mide por el número de buffets, sino por la calidad de las vivencias que ofrecen sus hoteles.
🖋️ Por Luis Manuel Rivera – PowerPeople
Consultor, conferencista y experto en finanzas en la hospitalidad
Luis Manuel Rivera PowerPeople 