Por Luis Manuel Rivera – PowerPeople
Aún existen restaurantes donde el mesero se acerca y, sin mirarte a los ojos, te recomienda “lo más caro del menú”.
Y lo hace con una seguridad que no nace del conocimiento… sino de la costumbre.
Una costumbre vieja, incómoda y poco rentable.
El problema no es ofrecer —es no saber ofrecer con propósito.
Estas son las razones por las que esa práctica debe desaparecer del servicio moderno:
1. Porque el cliente percibe manipulación, no hospitalidad
El comensal de hoy detecta la intención detrás de las palabras. Cuando la recomendación suena interesada, genera rechazo inmediato. La venta forzada no construye lealtad; destruye confianza.
2. Porque revela falta de conocimiento del producto
Muchos colaboradores ofrecen platillos que nunca han probado. ¿Cómo transmitir emoción o sabor si no se ha vivido la experiencia?
Un restaurante vende emociones, no precios. La recomendación auténtica nace del gusto, no del ticket promedio.
3. Porque el cliente quiere conexión, no presión
El arte del servicio está en conversar, no en presionar. En conocer al huésped, entender lo que busca y guiarlo con empatía. Quien solo “ofrece lo más caro” demuestra poca escucha y cero conexión emocional.
4. Porque la venta inteligente está en el maridaje, no en el monto
Un buen mesero sabe sugerir combinaciones: un vino que realce el sabor, un postre que cierre la experiencia, un café artesanal que prolongue la conversación. Eso incrementa el ticket promedio sin forzar la compra.
5. Porque el restaurante moderno vende experiencias, no precios
El comensal recuerda cómo lo hiciste sentir, no cuánto pagó.
La hospitalidad auténtica no necesita presionar: inspira, emociona y convence por sí sola.
✨ Conclusión
La peor estrategia no es ofrecer lo más caro.
La peor estrategia es seguir vendiendo como hace 20 años.
El futuro de la hospitalidad pertenece a quienes venden con conocimiento, empatía y propósito.

No dejes que el mesero arruine tu restaurante buscando su propio beneficio por encima de tu sueño y tu inversión.
Gracias.

