De la infancia al liderazgo: la historia que forjó a Luis Manuel Rivera
La historia profesional de Luis Manuel Rivera no puede entenderse sin su infancia.
No nació en una oficina corporativa ni en una sala de juntas; nació en el Pueblo de Santa Fe, Tacubaya, en una familia numerosa, trabajadora y profundamente arraigada al comercio.
Fue el séptimo de once hermanos, hijo de padres comerciantes, y desde muy pequeño entendió una verdad que hoy guía su vida profesional:
el trabajo honesto y constante es la base de todo crecimiento sostenible.
Creció entre mercados, tiendas de abarrotes y negocios familiares. Ahí aprendió a observar al cliente, a cuidar el dinero, a respetar la palabra y a entender que cada peso cuenta.
No eran conceptos financieros, eran lecciones de vida. Aquellos años sembraron en él una relación natural con los números, el orden y la responsabilidad, pero también con las personas.
Esa infancia no solo le dio disciplina; también despertó su espíritu creativo y emprendedor.
Desde niño organizaba actividades, juegos y representaciones, mostrando una facilidad innata para comunicar, liderar y coordinar.
Sin saberlo, ya estaba desarrollando las competencias que más tarde definirían su carrera: liderazgo, visión y estructura.
En la adolescencia, su entrada temprana al mundo laboral —incluso como cajero bancario— reforzó su sentido de confianza, control y responsabilidad financiera.
Ese primer contacto formal con el dinero y la gestión no fue un accidente: fue la continuidad natural de una vida formada en el esfuerzo diario.
Uno de los momentos que más lo marcaron fue poder llevar a sus padres de viaje por primera vez, una experiencia que selló su convicción de que el éxito verdadero siempre debe compartirse.
Con ese bagaje personal ingresó a la UNAM para estudiar Contaduría Pública, enfrentando incluso el miedo inicial a las matemáticas.
Lejos de frenarlo, ese reto lo fortaleció. Paralelamente, participó en talleres de teatro, experiencia que pulió su capacidad de expresión, empatía y presencia escénica; habilidades que hoy distinguen su estilo como conferencista y docente.
Toda su trayectoria profesional —más de 30 años en finanzas, negocios y hospitalidad— es una extensión coherente de esa historia inicial.
Ha ocupado posiciones directivas, ha asesorado a cadenas hoteleras, resorts y restaurantes, y ha acompañado a inversionistas y equipos ejecutivos en procesos de rentabilidad, control financiero, blindaje operativo y desarrollo de talento. Siempre con una visión clara:
los números importan, pero las personas los hacen posibles.
Como CEO de PowerPeople, Luis Manuel Rivera ha construido una propuesta que une lo que aprendió desde niño con lo que domina como ejecutivo:
finanzas con método, liderazgo con humanidad y negocios con propósito.
Hoy, cuando habla de KPIs, rentabilidad, EBITDA o control, no lo hace desde la frialdad de un reporte, sino desde la convicción profunda de alguien que aprendió desde la infancia que cada decisión impacta vidas, familias y futuros.
Su historia demuestra que el verdadero liderazgo no se improvisa en un cargo;
se forma desde la infancia, se pule con disciplina y se ejerce con conciencia.
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