Por: Luis Manuel Rivera


Durante décadas, la industria hotelera midió su éxito a partir de indicadores tradicionales: ocupación, tarifa promedio y RevPAR. Sin embargo, 2026 marca un punto de inflexión.
Hoy, los hoteles que verdaderamente destacan no son los que venden más habitaciones, sino los que construyen relaciones duraderas y experiencias memorables que se traducen en retorno financiero.
En este nuevo contexto emergen dos métricas clave:
TREPOR – Total Revenue Experience per Occupied Room TREPAR – Total Revenue Experience per Available Room
Ambos indicadores reflejan una verdad contundente:
La experiencia ya no es un concepto emocional; es una variable financiera.
1. Inteligencia Artificial orientada a rentabilidad, no a moda
En 2026, la Inteligencia Artificial deja de ser un lujo tecnológico y se convierte en infraestructura estratégica.
Los hoteles más rentables utilizan IA para:
Anticipar comportamientos de consumo del huésped Ajustar precios y paquetes en tiempo real Personalizar ofertas con mayor propensión de compra
📌 Impacto directo:
Mayor gasto por habitación ocupada → ↑ TREPOR Mejor monetización del inventario → ↑ TREPAR
2. Personalización profunda: del CRM al “Customer Memory System”
La personalización ya no se limita al nombre del huésped en un correo.
La tendencia 2026 apunta a sistemas que recuerdan, aprenden y recomiendan:
Preferencias reales de consumo Frecuencia y motivo de viaje Sensibilidad al precio vs. valor percibido
👉 Esto genera mayor engagement, estancias más largas y un gasto incremental sostenido.
3. Experiencias locales como motor de ingresos
El huésped moderno no viaja solo para dormir; viaja para vivir el destino.
Los hoteles que integran experiencias locales bien curadas logran:
Incrementar el gasto fuera de la habitación Diferenciar su propuesta frente a cadenas genéricas Elevar la percepción de valor total de la estancia
🔎 Resultado:
Cada habitación se convierte en un centro generador de experiencias monetizables, elevando TREPOR y TREPAR.
4. Sostenibilidad rentable: cuando el propósito paga dividendos
La sostenibilidad en 2026 ya no es discurso de marketing.
Es una decisión financiera inteligente cuando:
Reduce costos estructurales Genera preferencia de marca Justifica tarifas premium
Los huéspedes valoran —y pagan— por hoteles coherentes entre lo que dicen y lo que hacen.
5. Revenue Management experiencial
El Revenue Management evoluciona hacia un modelo híbrido:
Tarifas dinámicas + valor percibido Paquetes flexibles según perfil del huésped Servicios “on demand” con pricing inteligente
📊 La clave:
No vender más barato, sino vender mejor cada metro cuadrado del hotel.
6. Automatización con rostro humano
Check-in digital, habitaciones inteligentes y comunicación automatizada no buscan reemplazar personas, sino eliminar fricción.
Cuando la operación fluye:
El huésped consume más El equipo se enfoca en generar experiencias La percepción de calidad aumenta
Todo esto impacta directamente en ingresos por habitación disponible.
7. Indicadores en tiempo real para decisiones en tiempo real
Los hoteles líderes en 2026 operan con tableros ejecutivos vivos, que integran:
Ingresos por experiencia Comportamiento del huésped Rentabilidad por segmento
La información deja de ser histórica y se convierte en ventaja competitiva inmediata.
Conclusión | La experiencia es el nuevo activo financiero
En la hotelería 2026, el activo más valioso no es el edificio, ni la ubicación, ni siquiera la marca.
Es la capacidad del hotel para transformar experiencias en ingresos recurrentes.
Los hoteles que entienden esto no solo incrementan su TREPOR y TREPAR;
construyen negocios más resilientes, rentables y admirados.
Luis Manuel Rivera
CEO en PowerPeople
Consultor, conferencista y catedrático en finanzas para la hospitalidad
