Las organizaciones sólidas se construyen con ejecutivos que piensan.

Por: Luis Manuel Rivera

Tu mejor aliado no es el que obedece…es el ejecutivo que propone, innova y entrega resultados

Uno de los errores más costosos que veo en las organizaciones —especialmente en hotelería y servicios— es confundir disciplina con sumisión y ejecución con liderazgo.

Un ejecutivo que solo ejecuta órdenes no es tu mejor aliado.

Es, en el mejor de los casos, un operador eficiente.

Y en el peor, un riesgo silencioso.

El verdadero aliado del líder

Tu mejor aliado es aquel ejecutivo que:

Propone antes de que el problema explote. Cuestiona con argumentos, no con ego. Innova porque entiende el negocio, no porque sigue modas. Se enfoca en resultados, no en justificar procesos. Asume responsabilidad, incluso cuando la decisión no fue popular.

Ese ejecutivo no espera instrucciones para pensar.

Piensa para tomar mejores decisiones.

El mito del “buen ejecutor”

Muchas organizaciones premian al que:

Dice “sí” a todo. Ejecuta sin preguntar. Cumple tareas, pero no impacta resultados.

Ese perfil da una falsa sensación de control, pero debilita a la empresa a largo plazo.

¿Por qué?

Porque cuando el mercado cambia, el cliente evoluciona o los números se tensan…

ese ejecutivo no sabe qué hacer sin órdenes.

Proponer es un acto de compromiso

Proponer implica:

Conocer el negocio. Entender los números. Leer al cliente. Asumir riesgos.

Un ejecutivo que propone se involucra, se expone y se compromete con el resultado final, no solo con su área.

Eso incomoda a líderes inseguros.

Pero fortalece a organizaciones maduras.

Las empresas rentables no se construyen con obediencia ciega

Se construyen con equipos que:

Piensan estratégicamente. Conectan operación con rentabilidad. Traducen ideas en resultados medibles.

El ejecutivo que solo ejecuta órdenes no mueve la aguja.

El que propone, innova y entrega resultados, sí crea valor.

Reflexión final

Si eres líder, pregúntate:

¿Estoy rodeado de ejecutivos que piensan…

o solo de personas que obedecen?

Y si eres ejecutivo, recuerda esto:

Tu verdadero valor no está en ejecutar instrucciones,

sino en proponer mejores caminos y responder por los resultados.

Ahí es donde nacen las organizaciones sólidas, rentables y con futuro.

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